Lo más importante en el tratamiento
del delirium es la prevención.
Las
medidas eficaces para prevenir el delirum son:
- Detectar y tratar cuando sea posible el deterioro cognoscitivo predisponente.
- Evitar hipnóticos.
- Usar los medicamentos estrictamente necesarios y a dosis óptimas.
- Limitar el uso de catéteres y sondas.
- Prevenir o corregir alteraciones hidroelectrolíticas.
- Permitir el ciclo normal de luz-oscuridad en la habitación del paciente.
- Evaluar antecedentes de alcoholismo crónico y uso de benzodiacepinas.
- Promover la movilidad.
- Permitirle al paciente sus gafas o audífonos.
- Prevenir el estreñimiento.
- Mantener correcta analgesia.
TRATAMIENTO:
Una vez
el paciente tenga el delirium instaurado lo primero que se debe hacer es corregir
la posible causa, si se trata de una etiología orgánica que es lo más común.
Se evalúa la presencia de:
- Infecciones
- Abstinencia
- Alteraciones metabólicas agudas
- Trauma
- Enfermedades el SNC
- Hipoxia
- Deficiencias de electrolitos
- Endocrinopatías
- Enfermedad vascular aguda
- Toxinas o drogas y metales pesados.
El medicamento de lección en delirium cuando el paciente se encuentra muy alterado es el HALOPERIDOL. Se da a una dosis de 2mg IV cada 24 horas
inicialmente, y luego se titula para aumentar la dosis. Puede llegarse hasta 8
bolos de 10 mg IV de haloperidol, si se excede, se puede dejar a infusión
continua de 5-10mg/h. Cuando se alcanza el objetivo, se mantiene la dosis 24
horas y luego se va disminuyendo 50% al día.
Si el haloperidol está contraindicado, se puede utilizar:
- Quetiapina: 12,5 mg/d
- Lorazepam: 2-4 mg c/h.
- Risperidona: 1-5 mg/d.
- Olanzapina: 2,5-10 mg/d.